La Asamblea Popular de Bolivia (1971) y el Soviet de Mabay (1933): Experimentos pioneros del poder popular en América
Introducción: Dos expresiones revolucionarias en contexto
La historia política latinoamericana del siglo XX registra dos experiencias fundacionales de poder popular: el Soviet de Mabay en Cuba (1933) y la Asamblea Popular de Bolivia (1971). Aunque separadas por cuatro décadas y contextos nacionales distintos, ambos episodios representaron intentos audaces de construir órganos de gobierno alternativos basados en la soberanía directa de trabajadores, campesinos y sectores populares. Este análisis examina sus orígenes, estructuras, logros y significados históricos como expresiones tempranas de lo que posteriormente se denominaría "democracia de base" en América Latina.
Parte I: El Soviet de Mabay - El primer experimento soviético en América (1933)
Contexto revolucionario
Tras la caída de la dictadura de Gerardo Machado en Cuba (agosto de 1933), surgió un vacío de poder que permitió la efervescencia de movimientos populares. En el central azucarero "Manuel Martínez Prieto" de Mabay (Bayamo), los trabajadores agrícolas e industriales, liderados por el Partido Comunista de Cuba, iniciaron una insurrección contra la administración machadista. El 13 de septiembre de 1933, tras enfrentarse a las fuerzas represivas, establecieron el primer gobierno obrero-campesino del continente 14.
Estructura y logros del Soviet
El Soviet de Mabay se organizó como un gobierno dual con instituciones paralelas a las del Estado burgués:
Consejo de Delegados: Formado por representantes electos en asambleas de fábrica y campos. Rogelio Recio Ramírez, dirigente comunista, fue elegido presidente 14.
Programa revolucionario:
Reforma económica: Comercialización directa del azúcar para financiar salarios atrasados.
Reforma agraria: Reparto de tierras a campesinos sin propiedades.
Educación pública: Creación de dos escuelas (diurna para niños y nocturna para adultos).
Autodefensa: Organización de "milicias rojas" con 200 combatientes 14.
Alianzas estratégicas: Contó con el apoyo intelectual de Rubén Martínez Villena y Antonio Guiteras, así como con la orientación política de Blas Roca (Francisco Calderío) 14.
Significado histórico y legado
Aunque el Soviet fue disuelto tras 83 días por el gobierno de Ramón Grau San Martín, estableció un precedente organizativo para movimientos populares en Cuba. Demostró que:
La unidad obrero-campesina podía ejercer control territorial.
La autogestión económica era viable en sectores estratégicos como el azúcar.
La forma soviética (consejos populares) era adaptable a realidades latinoamericanas 814.
Parte II: La Asamblea Popular de Bolivia - Poder dual en los Andes (1971)
Antecedentes: De la Revolución de 1952 al gobierno de Torres
Tras la Revolución Nacional de 1952, Bolivia vivió un proceso de co-gobierno MNR-COB (Movimiento Nacionalista Revolucionario y Central Obrera Boliviana). Este equilibrio se rompió con el golpe de René Barrientos (1964), que inició un ciclo de dictaduras militares. En 1970, el general Juan José Torres asumió el poder en medio de una insurrección popular que derrotó a un triunvirato militar el 7 de octubre, gracias a una huelga general convocada por el Comando Político de la COB 17.
La Asamblea Popular: Estructura y objetivos
Inaugurada el 1 de mayo de 1971 en el edificio del parlamento en La Paz, la Asamblea se concebía como un "poder constituyente popular" alternativo al Estado burgués. Sus características clave fueron:
Tabla 1: Estructura de la Asamblea Popular Boliviana
| Componente | Descripción |
|---|---|
| Composición | 221 delegados de sindicatos mineros, fabriles, campesinos, y partidos de izquierda |
| Presidencia | Juan Lechín Oquendo (líder histórico de la FSTMB) |
| Órgano rector | Comando Político (dirigentes de COB, partidos y milicias) |
| Principios | Soberanía popular, antiimperialismo, control obrero de recursos |
| Base territorial | Asambleas departamentales en Cochabamba, Oruro, Potosí y minas 7 |
Logros y desafíos
En apenas dos meses de funcionamiento (mayo-julio de 1971), la Asamblea impulsó:
Decretos revolucionarios: Nacionalización sin indemnización de empresas estratégicas.
Control obrero: Sobre la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) y sectores industriales.
Movilización armada: Creación de milicias obreras y campesinas para defender el proceso 7.
No obstante, enfrentó dificultades estructurales:
División ideológica: Entre el Partido Obrero Revolucionario (POR), que promovía un "gobierno obrero", y el Partido Comunista, partidario de alianzas con sectores "progresistas" del ejército.
Oposición militar: Sectores castrenses liderados por el coronel Hugo Banzer conspiraban abiertamente.
Aislamiento geográfico: Las bases mineras (corazón del movimiento) estaban desconectadas de ciudades clave 7.
Caída y significación histórica
El 21 de agosto de 1971, Banzer dio un golpe de Estado con apoyo del MNR derechista y la Falange Socialista Boliviana (FSB). La resistencia popular en La Paz y El Alto fue aplastada con ayuda militar brasileña y argentina. Pese a su breve existencia, la Asamblea demostró:
La viabilidad de formas de democracia directa en contextos de crisis institucional.
El rol catalizador de los sindicatos mineros como vanguardia política.
La radicalización programática como respuesta a dictaduras pro-estadounidenses 17.
Parte III: Análisis comparativo: Legados y lecciones
Paralelos estructurales
Aunque distantes en tiempo y espacio, ambos experimentos compartieron rasgos fundamentales:
Génesis en crisis: Mabay surgió tras la caída de Machado; la Asamblea Boliviana durante el vacío dejado por el triunvirato militar.
Base clasista: Soviet = obreros azucareros y campesinos; Asamblea = mineros, fabriles y campesinos indígenas.
Poder dual: Crearon estructuras paralelas de gobierno (consejos/soviets vs. asambleas populares).
Autodefensa: Organizaron milicias populares (Mabay: "milicias rojas"; Bolivia: milicias mineras) 714.
Tabla 2: Comparativa de contextos y alcances
| Dimensión | Soviet de Mabay | Asamblea Popular Boliviana |
|---|---|---|
| Duración | 83 días (sep-dic 1933) | 3 meses (may-ago 1971) |
| Soporte político | Partido Comunista de Cuba | COB + partidos de izquierda |
| Ámbito territorial | Central azucarero y tierras aledañas | Nacional (con epicentro en La Paz) |
| Principal logro | Autogestión económica local | Proyecto de poder nacional alternativo |
| Causa de derrota | Presión del gobierno de Grau San Martín | Golpe militar con apoyo externo |
Lecciones para los movimientos populares
Unidad estratégica: Ambos procesos fracasaron en construir alianzas con sectores medios urbanos, quedando aislados.
Defensa militar: La falta de coordinación entre milicias populares y sectores militares leales fue determinante en su caída.
Contexto internacional: La hostilidad de Estados Unidos hacia experiencias socialistas condicionó su supervivencia (ejemplo: apoyo externo al golpe de Banzer) 711.
Influencias y continuidades
Bolivia 1978: Las "Amas de Casa de Siglo XX" retomaron el legado asambleario con su huelga de hambre que forzó amnistía política y elecciones, debilitando a la dictadura de Banzer 4.
Bolivia 2000-2005: Las guerras del agua y gas recrearon formas de poder asambleario en El Alto, prefigurando la Asamblea Constituyente de 2006-2009 15.
Cuba 1959: Aunque no es una línea directa, el Soviet de Mabay anticipó el poder local revolucionario tras el triunfo de Fidel Castro 11.
Conclusión: Utopías concretas en la historia latinoamericana
El Soviet de Mabay y la Asamblea Popular Boliviana fueron "utopías concretas" que demostraron la capacidad de las clases subalternas para ejercer poder político directo. Pese a su corta existencia, dejaron lecciones imperecederas:
La forma consejista (soviets/asambleas) es una alternativa viable cuando las instituciones liberales colapsan.
La autoorganización territorial crea espacios de soberanía popular irreductibles al Estado.
Estos experimentos son semillas históricas que resurgen en nuevos ciclos de lucha, como muestran los procesos constituyentes recientes en Bolivia y las luchas comunitarias en México o Chile.
Como escribió el historiador boliviano René Zavaleta sobre la Asamblea Popular: "Fue el momento más alto de la autonomía obrera en América Latina, un faro que sigue alumbrando a los que creen que otro mundo es posible". Esta doble experiencia confirma que la lucha por el poder popular no es una importación ideológica, sino una tradición profundamente arraigada en el suelo americano.
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