Primera Parte: Los Fundamentos — La Triada Cobriza y la Epistemología de la Favela
1.1 La Doctrina Cobriza: Ingeniería para la Hegemonía Material
La Doctrina Cobriza no es una ideología más. Es una ciencia política aplicada, un sistema operativo para la construcción de poder popular hegemónico. Su nombre evoca el cobre—conductor, maleable, duradero—pero también la piel de los pueblos originarios del continente. Nace del diagnóstico de un vacío estratégico: los movimientos sociales ganan calles pero no poder durable; los gobiernos progresistas ganan elecciones pero no transforman estructuras.
Su núcleo es La Triada Cobriza, un proceso dialéctico de tres fusiones sucesivas:
Fusión Cognitiva: La creación del sujeto colectivo. No es "concientización" desde afuera, sino la elaboración endógena de conocimiento a través de asambleas deliberativas, mapeos comunitarios y auditorías populares. Su producto es el Archivo Comunitario, un cuerpo vivo de datos que convierte la intuición en estrategia y la queja en denuncia objetiva. En el litio, esto significa que las comunidades del salar realizan sus propios estudios hidrogeológicos, cartografían sus sistemas de vida y analizan los contratos mineros, generando un contra-saber que desafía el monopolio técnico de las corporaciones y el Estado.
Fusión Propietaria: La materialización del poder autónomo. Aquí el sujeto colectivo se dota de estructuras económicas y jurídicas que le otorgan independencia real: cooperativas, fideicomisos inalienables, empresas sociales. Estas no buscan lucro individual, sino soberanía material del colectivo. Son "hechos económicos consumados" que convierten al movimiento en interlocutor forzoso. Para el litio, el instrumento maestro es el Fideicomiso Comunitario del Salar: una entidad legal donde la comunidad es la beneficiaria irrevocable y administradora mayoritaria de los derechos sobre el recurso. No es una consulta previa; es propiedad efectiva.
Fusión Política: La proyección hegemónica. Con conciencia y base material, el poder comunitario se proyecta para saturar e impregnar el Estado. No se trata de tomar ministerios para dar limosnas, sino de que el Estado absorba la lógica comunitaria para seguir funcionando. Esto se realiza a través de candidaturas de raíz (cuadros formados en la triada), incubación de políticas públicas (leyes redactadas desde el Archivo) y la ocupación técnica de la administración.
1.2 Marielle Franco: La Praxis que Prefigura la Doctrina
Marielle Franco—concejala de Río de Janeiro, socióloga, mujer negra, madre, favelada, lesbiana y militante—encarnó en su práctica política concreta los principios que la Doctrina Cobriza sistematiza. Su asesinato en 2018 no interrumpió su proyecto; lo transformó en legado universal. Su praxis ofrece el método para operacionalizar la triada:
Fusión Cognitiva desde la Interseccionalidad Radical: Marielle no hablaba "por" los oprimidos; hablaba desde la condición oprimida. Su epistemología nacía de la favela, del cuerpo de mujer negra, de la experiencia LGBTQ+. Su archivo no eran papers académicos, eran los registros de la violencia policial en la Maré, los testimonios de las madres que perdían hijos, los datos racializados de la exclusión. Aplicado al litio: la verdad sobre el salar no la tiene el geólogo extranjero, sino la abuela atacameña que conoce los ciclos del agua, el joven colla que migra forzado, la mujer que carga con la crisis hídrica.
Fusión Propietaria del Cuerpo y el Territorio: Para Marielle, el primer territorio a liberar era el cuerpo de las mujeres pobres y negras, sometido a la violencia machista, estatal y racista. Su lucha por guarderías, salud reproductiva y contra la militarización era una lucha por la autonomía material sobre la vida misma. En el litio, el equivalente es la lucha por el agua como cuerpo territorial. La Fusión Propietaria cobriza debe comenzar por el control comunitario de los acuíferos, los sistemas de riego ancestral y la alimentación local. Antes que baterías, está la vida.
Fusión Política como Disputa de Sentido y Instituyente Permanente: Marielle usó su curul no como fin, sino como caja de resonancia de las luchas de base. Convertía denuncias en proyectos de ley, visibilizaba lo invisibilizado, tejía alianzas entre favelas, periferias y movimientos identitarios. Su liderazgo era distribuido y en red. La Fusión Política para el litio implica crear diputados "Marielle" en las asambleas legislativas mineras: cuadros que lleven el mandato revocable de los fideicomisos comunitarios, que impulsen una "Ley Marielle Franco del Litio" que consagre el modelo de fideicomisos, y que construyan una alianza interseccional entre defensores del agua, pueblos originarios, feministas ecoterritoriales y trabajadores de la transición justa.
La síntesis es potente: la Doctrina Cobriza provee el marco estratégico y las herramientas; el legado de Marielle Franco provee el método, el espíritu y el horizonte ético. Juntas, responden a la pregunta: ¿Cómo se construye poder imparable? Organizando el saber, la propiedad y la política desde los cuerpos-territorios más golpeados por el sistema.
Segunda Parte: Aplicación al Triángulo del Litio — Desmontando los Modelos Fallidos
2.1 Análisis Crítico de los Tres Modelos en Pugna
Argentina (Modelo "Far West" Provincial-Privatista):
Bajo la lógica de Milei y gobernadores aliados, Argentina maximiza la velocidad extractiva. Las provincias, dueñas del recurso constitucionalmente, otorgan concesiones con royalties bajísimos (3%), compitiendo en una "carrera hacia el fondo" regulatoria. El Estado nacional se ausenta como planificador. El resultado: más de 40 proyectos en cartera, liderados por multinacionales chinas, estadounidenses y canadienses. Las consultas a comunidades son meras formalidades. Este modelo es la antítesis de la Fusión Cognitiva y Propietaria: el saber es corporativo, la propiedad es concesional y transitoria, y la política es el lobby. Genera crecimiento macroeconómico efímero a costa de un ecocidio y un sociocidio anunciado, fracturando irreversiblemente los frágiles ecosistemas de la Puna y sus culturas.
Chile (Modelo de Parálisis Híbrida):
Chile vive la tensión irresuelta entre el modelo privatista heredado de Pinochet (concesión a SQM y Albemarle) y el proyecto de Boric de crear una Empresa Nacional del Litio con control estatal mayoritario y altos estándares ambientales. La parálisis es estratégica: Boric teme afectar la producción actual y la confianza inversionista, mientras negocia opacamente con SQM. Las comunidades atacameñas, con mayor organización histórica, son interlocutoras, pero no deciden. Este modelo reconoce la Fusión Cognitiva en parte (existe diálogo), pero bloquea la Fusión Propietaria: la propiedad y la renta siguen siendo fundamentalmente privadas o estatales centralizadas, no comunitarias. Es un reformismo atrapado por los límites de gobernar para no desestabilizar el capital.
Bolivia (Modelo de Estatismo Nacionalista-Dependiente):
Evo Morales nacionalizó el litio en 2009 y creó Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). Fue un acto soberano simbólico crucial. Sin embargo, el modelo se basó en un estatismo jerárquico y centralista que no construyó capacidad tecnológica endógena. La "Fusión Propietaria" fue estatal, no comunitaria. Ante el fracaso productivo, Evo y Arce derivaron hacia una dependencia de nuevos socios estratégicos (consorcios chino CBC y ruso Uranium One), repitiendo el esquema de extracción por inversión extranjera, ahora con un socio estatal local. Las comunidades del Salar de Uyuni no son dueñas ni gestionan. Es la derrota del nacionalismo sin poder popular: se cambió al patrón, pero no al patrón.
2.2 El Modelo Cobrizo: La Ruta hacia la Soberanía Material
Frente a estos modelos, la Doctrina Cobriza propone un camino radicalmente distinto, que podemos desglosar en fases concretas aplicables a cualquier salar del Triángulo:
Fase 0: La Semilla Marielle (Organización Interseccional)
Antes de cualquier acción sobre el litio, se construye una asamblea permanente interpueblos y géneros. No solo intervienen los "comuneros" reconocidos por el Estado, sino las mujeres que gestionan el agua, los jóvenes sin futuro, los trabajadores de la minería tradicional, los sabios ancianos. Se aplica la mirada interseccional de Marielle para entender cómo el extractivismo explota de manera diferenciada: envenena el agua que las mujeres usan, desplaza a los jóvenes, profana los sitios sagrados. Esta asamblea es el embrión del sujeto político colectivo.
Fase 1: Fusión Cognitiva (El Archivo Vivo del Salar)
La asamblea crea su propio dispositivo de saber:
Cartografía Social y Ambiental Autónoma: Mapean cada vertiente, cada sendero pastoril, cada sitio ceremonial, cada pozo de la minera. Usan GPS, drones comunitarios y sabiduría ancestral.
Auditoría Popular de los Contratos: Con abogados populares, descifran los contratos de exploración, miden el consumo hídrico real versus el declarado, calculan la renta evadida.
Cuerpo de "Promotoras del Agua" al estilo Marielle: Mujeres entrenadas como monitoras comunitarias de calidad y nivel de acuíferos, generando datos inobjetables.
Este Archivo Vivo es un arma de doble filo: es base para la acción legal y política, y es un proceso pedagógico que va fusionando cognitivamente al grupo.
Fase 2: Fusión Propietaria (El Fideicomiso Comunitario)
Con el diagnóstico claro, la asamblea ejecuta su primer acto de soberanía material: la constitución de un Fideicomiso Público-Comunitario del Salar [Nombre]. Su diseño es clave:
Fideicomitente (Dueño que transfiere): La comunidad, representada por su asamblea, como titular de los derechos colectivos sobre el territorio y el recurso.
Fiduciario (Administrador): Un consorcio entre una entidad técnica confiable (ej: una universidad pública) y un directorio elegido por la asamblea.
Fideicomisarios (Beneficiarios): La comunidad como colectivo, más un fondo para la transición ecológica regional.
Patrimonio Fideicito (Lo que se administra): No es el litio en el subsuelo (evitando disputas sobre propiedad). Es el derecho a gestionar y beneficiarse de su extracción de manera sustentable, más un capital semilla.
Cláusulas Irrevocables e Inalienables: El fideicomiso no se puede vender ni disolver sin acuerdo del 90% de la asamblea. Es un candado jurídico contra la enajenación.
Este fideicomiso se presenta luego a la provincia o al Estado no para pedir permiso, sino para negociar: "Nosotros somos los titulares del derecho a gestionar este salar. Si quieren extraer litio, se asocian con nosotros en nuestros términos."
Fase 3: La Interfaz y la Fusión Política (Del Territorio al Estado)
Aquí se aplica la ingeniería política más fina: la creación de mecanismos de interfaz que permiten al poder comunitario usar el aparato estatal sin ser fagocitado.
Empresa Pública-Comunitaria (EPC): El fideicomiso (con el 51% de los votos) y el Estado (con el 49%) crean una EPC para operar el proyecto. La comunidad nombra al gerente general y al gerente de sustentabilidad. El Estado aporta garantías y escala internacional. Las ganancias se reparten: un porcentaje va a un fondo de reinversión comunitaria (salud, educación, diversificación económica), otro a un fondo de soberanía tecnológica (investigación en baterías).
Consejo de Gestión Conjunta del Salar: Máxima autoridad operativa. Paridad entre delegados de la asamblea comunitaria y representantes estatales. Aprueba planes de manejo hídrico, ritmo de extracción y auditorías. Tiene poder de veto sobre decisiones ambientales críticas.
Guardias Comunitarias del Agua y el Territorio: Cuerpo reconocido y financiado por el Estado para monitoreo ambiental y protección del salar, compuesto por miembros de la comunidad. Es la materialización de la seguridad desde abajo que Marielle reivindicaba frente a la policía militarizada.
Fase 4: Proyección Hegemónica (El Polo Cobrizo del Cono Sur)
El modelo no termina en un salar. Su éxito lo convierte en un prototipo replicable. La lucha política ahora es escalar esta lógica:
Ley Marco de Fideicomisos Comunitarios de Recursos Estratégicos: Impulsada por diputados "Marielle", consagra el modelo a nivel nacional.
Consejo de Fideicomisos del Litio del Cono Sur: Los fideicomisos de Argentina, Chile y Bolivia se federan. Coordinan producción, fijan un precio de referencia soberano, desarrollan tecnología conjunta y negocian como bloque unificado con China, la UE o EEUU. Dejan de ser objetos de la geopolítica para ser sujetos de la diplomacia de los pueblos. Esta es la verdadera integración regional: no de presidentes, sino de poderes populares materiales.
Tercera Parte: Lo "Sabroso" — El Espíritu, la Cultura y la Victoria Cotidiana
La Doctrina Cobriza no es fría ingeniería. Lo "sabroso" es su espíritu, que toma la vitalidad, el arte y la fiesta del legado de Marielle. Marielle bailaba samba en la favela, usaba su elegancia como acto político, hablaba con un amor rabioso por su pueblo. La construcción del poder cobrizo debe ser igual:
La Estética Cobriza: No hay revolución sin carnaval. Los fideicomisos deben financiar radio comunitaria en lenguas originarias, murales en los pueblos que cuenten la historia del litio desde abajo, festivales de música donde se cante al agua y no al automóvil eléctrico. La "marca" de las baterías producidas debe llevar un símbolo que hable de gestión comunitaria, convirtiendo el producto final en un vehículo de propaganda política global.
La Pedagogía del Encuentro: Cada asamblea, cada medición del agua, debe terminar con comida compartida. Las "Promotoras del Agua" son también tejedoras que hacen talleres. La formación política no es un seminario, es un círculo donde se intercambia saberes. Como Marielle hacía política cuerpo a cuerpo, en la calle, mirando a los ojos.
La Victoria como Proceso, no como Evento: La victoria no es el día que se firma la creación de la EPC. La victoria es cada vez que la asamblea logra frenar una exploración no autorizada, cada vez que una promotora detecta una contaminación y la denuncia, cada vez que un joven decide estudiar hidrogeología para servir a su comunidad. Es la acumulación de fuerzas y alegrías cotidianas lo que hace imparable el proceso.
Esta es la dimensión que derrota al enemigo más allá de lo jurídico o económico: derrota la lógica individualista, gris y explotadora en el plano del deseo. Hace que la vida en el proyecto cobrizo sea más plena, más digna, más alegre que cualquier promesa de consumo del modelo extractivista.
Conclusión: Hacia un Nuevo Orden Solar
El litio, el segundo elemento más ligero de la tabla periódica, se ha convertido en el lastre de un sistema pesado y moribundo. La disputa por él revela la enfermedad terminal del capitalismo verde y de los nacionalismos desarrollistas. La Doctrina Cobriza, fertilizada por la sangre semilla de Marielle Franco, ofrece la única cura posible: una revolución molecular que comienza en cada salar, en cada asamblea, en cada cuerpo que decide dejar de ser territorio de conquista.
No se trata de ser "dueños del litio" para venderlo mejor. Se trata de usar la posición estratégica del recurso como palanca para forjar un nuevo tipo de civilización: post-extractivista, comunitaria, feminista y ecológica. Una civilización donde la energía solar que alimentará al mundo no solo sea captada por paneles, sino que emane de la organización solar de los pueblos, en círculos concéntricos de poder, sabiduría y alegría compartida.
La tarea es monumental, pero el manual existe. Está en la sistematicidad de la Triada, en el método de Marielle, en la terquedad de las asambleas que ya resisten en los salares. El futuro del Sur Global no se escribirá en los foros de inversión minera, sino en los protocolos de los fideicomisos comunitarios y en las actas de las asambleas que, al fusionar cognición, propiedad y política, están pariendo, aquí y ahora, un mundo nuevo. Un mundo cobrizo.
Comentarios
Publicar un comentario